lunes, 21 de mayo de 2007

Mi hermanito Matias


A mi hermanito Matias también le gustan las bicis. Mucho. A tal punto que es un excelente corredor, con muchas carreras corridas, varias ganadas, un par de campeonatos y hasta un subcampeonato argentino en su haber. Ojo, no es joda, corre en una categoría super competitiva (PRO) y sus puestos de cabeza tambien los ha obtenido en otra tan competitiva como esa (Elite). No puedo ser objetivo con él, es mi hermano...yo siento gran admiración por su perfomance deportiva, es una pena que no lo haya podido ver correr muchas veces, es más en un par de carreras nos hemos cruzado en la salida o en la llegada, cosa que no te permite ver mucho como vás...es que estamos lejos, a 700 km de distancia.
Pero encontramos en la bici un tema en comun que nos acerca, no todo lo que quisiera yo pero algo es algo.
Ahora, de donde sacó el fanatismo, ni idea. De antes, de chico, me acuerdo de una bici rod. 20" de cross que tenía, con la que saltaba escalones en Los Reartes, más adelante yo le pasé una 26" proto mountain (el Camello), con la que empezó a entusiasmarse con el tuning, comprándole cositas cada vez que podía: cantilevers y mazas anodizadas de colorcitos, platos y palancas de aluminio, manillar doble altura, hasta un cuadro de cromoly Bicycle Look con los pasacables integrados y todo. No se sorprendan, les estoy hablando de principios de los ´90! Cuando él venía para acá, y yo ya tenía mi primera Zaskar, le conseguía una Legnano con la que salíamos a pedalear junto con Emilio. Después el usaba la Zaskar, ya prometía. El entusiasmo siempre le duró, pero también tuvo un patinazo y se compró una Dyno BMX, pasando eso empezó a afinar la puntería y se compró una GT; con esa, cuando cumplió un año, la trajimos acá y salió en una Vairo 8800 con discos, yo en ese entonces curtía la ruta con mi Colner Milano con 105 full. Ya ese verano me tiraba la mountain, me tiraba en realidad salir junto a él, así que para el verano siguiente él se trajo la Vairo y hicimos un pase estratégico: entregamos mi Colner y la canjeamos por material para armar una mountain. Volvió a Córdoba con una Zenith Lanín muy linda armada, y yo volví al mountainbike...pero eso lo dejo para otro lado. Así siguió, en la Villa pedaleaba con gente que en ese momento corria y que lo invitaba a correr porque lo veía con condiciones. En poco tiempo cambió la Zenith por una Marín y empezó a correr. Después se quedó con una Cannondale que era mía, que lo siguió por un montón de lugares e incluso salió campeón con ella. Llegó la Fuji azul, nunca dejó de estar en la pelea en Elite o en Pro, viajó a Brasil a unos Panamericanos...el sueño de cualquiera de nosotros. Ahora espera su Cannondale nueva...
Cada vez que voy a lo de mis viejos trato de llevar mi bici. Siempre pedaleamos juntos, nos perdemos en esa sierra y yo me siento más cerca que nunca de él. Nos divertimos y la pasamos realmente bien. El es un gran orgullo para mí, aparte de ser un gran deportista y una inspiración, es el pibe más sano y con el corazón más grande que conozco. Es muy dedicado, y es el soporte de mis viejos, que no es poca cosa. Llega lejos en la competición, en el deporte, pero no tiene límites en su vida.
Ya lo dije, no puedo ser objetivo...levante la mano el que pueda serlo con un hermano.

1 comentario:

sol dijo...

Me encantó que seas tan subjetivo, de otra manera no puede ser, más cuando se habla de una persona hermosa, buena, buenísima!
Nuestro querido hermano, limpio de alma, cuerpo extremadamente cuidado y sabiamente sano. Yo lo adoro y lo admiro profundamente por su terrible madurez cuando la situación lo requiere, porque sigue siempre adelante, porque trabaja con muchisimo ahinco, y porque es mi hermanito del alma y lo quiero con todo mi corazón al igual que a vos, Pit. Besos. Sol