Viendo Classic Albums, viendo a los Purple ahora contando lo que fue grabar Machine Head, mi corazoncito rocker vuelve a vibrar como adolescente. Es que es contagioso ver la dedicación a la música, a la creatividad sin límite, al talento innato. Ni ellos entendían bien lo que estaban logrando: era un disco más, no podían parar ni para disfrutarlo. Estaban creando tanto, que pensaban que si paraban se acababa todo. Energía creativa. Sin desperdicio. Hoy miro alrededor y veo tanto, tanto desperdicio de energía, consumo de oxígeno por gente vacía, fagocitando el silencio que tan bien viene de vez en cuando. Escuchan cualquier cosa, a medias, y sobre eso hablan, opinan, dicen cosas con categoría de sentencia.
Trato de inculcarle a mi hija que evite las pérdidas de tiempo como esas, que abrace sus ideales, por pequeños que puedan ser y los viva y los disfrute, y les saque jugo. Sobre todo que disfrute, pero que no haga que lo disfruta cuando en realidad lo sufre. La única manera de dar todo de uno es viviendo con todo lo que a uno lo mueve. Sin querer parar, para que no se corte la energía, la creatividad. No dejar de hacer, pero no hacer por hacer. No intenten esto en sus casas, si no están seguros de porque lo intentan. En Classic albums, un Blackmore venido grande y carón decía: para ser un músico exitoso hace falta ser buen músico, poner lo que hay que poner...para ser popular, sólo basta estar a la moda. Trasladen eso a todos los órdenes de la vida y me van a entender.
2 comentarios:
Pit , espero muchos puedan entenderte y compartir tus palabras como yo en este momento... no dejemos de vivir desde "adentro para afuera"!!!
Un abrazo , otro Marcelo
Yo se que este medio no llega muy lejos...pero también se que les llega a los que les tiene que llegar y sabrán entender cada uno desde donde les toque, amigos míos.
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