martes, 18 de marzo de 2008

Añoranzas


No puedo negar que soy un nostálgico, muchas veces, de lo absurdo. Es comprensible, entonces, que mi nostalgia sea más profunda cuando se trata de objetos relacionados a mis pasiones. Hoy tuvo su espacio la fotografía. No puedo evitar entrar en mercadolibre.com y mirar las ofertas de los que rematan sus equipos de película a precios que, hasta hace pocos años, paracerían imposibles. Cuanto tiempo desee una F5, y se me hizo incomprable en mi esplendor como profesional, porque no la amortizaría nunca...ahora las encontrás por valores que no se condicen con lo que significan como equipo de precisión y tecnología...Es cruel el progreso, es mi visión de hombre sensible. Ya me van a decir que vivo disfrutando de la tecnología y su voraz avance, no lo voy a negar, pero es inevitable que me haga un ruidito el corazón cunado veo una Nikon F4 con un cartelito de oferta y pasan los meses y sigue ahí. Ojalá tuviera la plata (que no es muchísima) para rescatar esas joyas de vaya a saber que destino les depare...

2 comentarios:

Richard dijo...

No te preocupes querido Pit, el 85% se destruirá en el camino. Y el otro 15% que sobreviva lo podés comprar en 30 años en San Telmo a precios siderales como objetos de coleccion...Ciclo de vida del producto, que le decimos los marketineros sin corazon.

pit dijo...

A cuanto venderán tu Cannondale F4 nuevísima en San Telmo, cuando las bicis sean de acrílico microporoso con suspensiones de hidrógeno líquido en baño de litio de 42 cm de recorrido?
Si todavía se te corre un lagrimón pensando en la Fiorenza con cambios rodado 20 que tenía el amiguito con plata de la otra cuadra...marketinista sin corazón...