domingo, 10 de febrero de 2008

Friends will be friends


Motivado principalmente porque no quiero dejar de escribir, porque leo y leo constantemente y no puedo dejar de pensar con responsabilidad la mantención de mi blog y de los cuatro o cinco que lo alcanzan a ver, posteo ahora para no perder la costumbre. En realidad arranqué con eso, pero pensando que podía escribir, y para sustituir y desplazar la frustración de haberme olvidado las fotos (boludo!) se me presentó la idea de lo de esta mañana. Cuando uno ha experimentado el boludeo de los demás en carne propia, el atropello de quienes abusaron de tu simpática y boluda personalidad sin aparente reflexión hacia la autodefensa, es inevitable que tienda a la desconfianza global. Por eso a veces se olvida de los gestos que reivindican esa porción de humanidad a la que indistintamente denominamos amigos, aún cuando en la mayoría de los casos este mote queda grande. Cuestión es que, por una cosa o por otra, ayer no fuí capaz de aclarar que hoy era imposible que fuera a andar en bici, porque si no llovía el compromiso con la familia era impostergable, y si llovía...bueno, eso, llovía. Así que con resignación mande un msj a las nueve de hoy avisando que no podía salir a rodar...al único que no me imaginé que no iba tampoco...Grande fue la sorpresa cuando me encontré en medias saludando a mis amiguitos del pedal que se habían tirado hasta casa para buscarme y le dijeron a my beloved wife an your incorporated bass drum: Señora. lo deja salir a andar en bici?
Son así de ocurrentes y divertidos estos pibes...si, en serio, la verdad que si, bien, vienen bien. A decir verdad, al releer esto te digo que hecho en falta los otros, los del jueves, es dificil admitir hasta que punto el árbol del orgullo te tapa el bosque de las cosas que uno quiere...en fin, es dificil también volver asi nomás, también, de un día para otro como si tal cosa, no sé...A lo mejor, justamente lo mejor puede ser eso, volver un día sin más, pedir un vaso más y tomarte una Porter y retomar antes de que sea demasiado tarde...ojalá que no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este no lo había leído, hacía un rato que no entraba a tu blog. Y con este por lo menos recuperé un milímetro de la alegría y el orgullo que había perdido en la anteríor lectura. Espero que en Rio Pinto no llueva, sino me vuelvo.

Ric