He tenido la oportunidad de ver muchas bandas en vivo, de acá y de afuera, desde los 80s hasta hace muy poquito, y he comprobado como han ido cambiando la forma de desenvolverse los recitales y como se han transformado con el tiempo, de espectáculos que daba un grupo de rock para mostrarse tocando a su público, a grandes concentraciones de gente que va a ver una banda y hace todo lo posible para que los músicos los vean...a ellos! Es lógico pensar, en ese contexto de locura, que esto no siempre puede terminar bien. En ese afán de notoriedad nadie mide consecuencias (ni banda ni público) y así, cuando menos lo pensás, tenés un Cromañon.
Pero bueno, en realidad iba a otra cosa. Los recitales han cambiado, la manera más fácil de comprobarlo es a través de los discos grabados en directo. Y un clarísimo ejemplo local es Adiós Sui Generis. Grabado en el Luna Park, el 5 de setiembre de 1975, este registro de uno de los dos conciertos despedida de la banda en ese día, tiene todos los componentes que encontramos en discos internacionales similares como Made in Europe de Purple, o Live at Leeds de The Who. Hablar con la gente, probar mics, acoples, ruido ambiente, intercambio entre los músicos, prueba el bombo, prueba el redo, zapadas, arrancamos, no arrancamos, solos larguísimos...en fin, cosas que ahora son improbables en un registro en vivo (salvo excepciones como Live at Benaroya Hall de PJ) donde se recontraemprolijan, se sobregraban instrumentos o voces y se limpian de cualquier sonido "que no corresponda" antes de salir a la venta.
En mi opinión personal, es un disco que debiera hacer abandonar la idea de cualquiera que tenga el preconcepto de Sui Generis como dúo folk y considerarlo banda pionera del rock progresivo. Pero también ver por donde iban Nito y Charly y que distinto que habían madurado la música y vislumbrar por que no siguieron más juntos. Son imperdibles los registros de los temas que irían incluídos en el nuevo disco Ha Sido, que nunca llegó a ver la luz. Escuchar Nena (posteriormente grabado como Eiti Leda por Serú Girán) o Bubulina (grabado con La máquina de hacer pájaros) da una muestra de lo chico que le quedaba la casilla de folks y la música que se vendría posterior a esta etapa. Nuevamente a título personal: no creo que exista registro en vivo que te muestre a un García tan prendido fuego como este. Desborda en todo momento, da placer escucharlo así.
Un disco pilar del rock argentino, para comprender por donde iba el camino y el progreso de un rock cargado de talentos individuales y colectivos que tuvo sus máximas expresiones más tarde en bandas como Jade o Serú.
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