viernes, 21 de octubre de 2011

Made in Mendoza


Otra vez: no hay garras, pantallas, ladrillos, trenes ni campanas. No hay distintos niveles. Telón negro, amplis y luces violetas. Volvemos a los setenta, está Purple en escena. Con la aún inconfundible voz de Ian Gillan, los poderosos acordes de bajo de Roger Glover y la ajustadísima batería de Ian Paice, más los más-que-merecidos-miembros-adjuntos-más-Purple-que-nunca Steve Morse (guitarras) y Don Airey (Hammond, piano Rhodes y sintetizadores) arrancaron puntuales la noche del último miércoles con una versión poderosa de Highway Star, y así arrancaron dos horas de verdadero rock fundamental para todo aquel que se precie de amante del rock. Allí estábamos todos los que aprendimos las fonéticas de Machine Head en los Wincos, y que éramos mayoría, pero también los que tienen la mitad de la edad y que quieren saber como empezó todo esto que hoy sustenta a bandas que empezaron en los ochentas y noventas, como muchas bandas de heavy en Inglaterra o del grunge en EE.UU.
La lista de temas no dejó espacio libre para que se escapara ningún clásico, nada que no extrañaramos que sonara en este concierto. A mí me sorprendió agradablemente que incluyeran Marylong y ese temazo que supo quedar afuera de Machine Head: When a blind man cries. Hubo además mucho de zapada, donde hicieron gala de contemporáneos de superbandas clásicas. Por ejemplo: sobre un colchón de bajo y batería Morse improvisaba furiosas escalas, y en espacios intermedios te mandaba los acordes de Day Tripper (Beatles) o How many more times (Zeppelin) o las intros de Stairway to heaven (Zeppelin otra vez) o de Roundabout (Yes). Airey también sorprendió cuando lo dejaron solo sacudiendo las teclas furiosamente de su piano y luego de unos minutos se largó con Adios Nonino de Piazzola, para delirio de la audiencia.
La noche tuvo todos los condimentos necesarios para ser una verdadera noche de rock de alta escuela, sin cosmética innecesaria que tenga que disimular nada. 5 tipos grandes, en todos los aspectos, que dieron todo de sí con una naturalidad increíble y con todo el talento impecable que los acompaña desde hace más de 40 años.
Deep Purple sonó fuerte en Mendoza, pero esta vez fue en vivo, y no desde los parlantitos del Winco. (Foto: Diario Los Andes)

4 comentarios:

Richard dijo...

que suerte que las bandas que te gustan a vos están vivas y siguen tocando....
A Ramones no hay forma de volver a verlos no?


Abrazo y cuidado al pedaleo en Africa....a propósito, vas a volvar alguna vez del cerro de la gloria hacia el oeste?

pit dijo...

Richard: todavía nos quedan varias, tenemos a Pearl Jam que vienen ahora en noviembre, o a Foo Fighters que estarán en marzo del año que viene...hay varias más, seguro! No acepto, eso sí, a bandas onda: "Ramonetes, la mejor banda tributo a Ramones"
Pedalear, pedalear, que era eso...?

Richard dijo...

Perdon, no me expresé bien, te estaba hablando de las bandas "viejas", las que me nombras son "nuevas"....vos me entendés.


pedalear:
1. intr. Poner en movimiento un pedal, y especialmente el de los velocípedos y bicicletas.


Slds!

pit dijo...

Aaaah!...velocípedo dijiste?