
Agosto de 2011, lanzamiento de
Ringo, el nuevo disco de estudio de Massacre. Con un gran antecedente como es
El mamut (2007) y el listón de la calidad musical puesto alto, Walas y sus muchachos lograron no sólo mantener esa altura musical sino que fueron a más y con todo éxito. Ringo es un trabajo impecable por donde se lo escuche. Su selección de temas es pareja, sin altibajos, con un sonido muy bien conseguido gracias al trabajo de producción de Ale Vázquez (productor de Carajo, entre otros) que vá más allá de la experiencia del Mamut y se adentran en arreglos con trabajos de cuerdas como podemos escuchar, por ejemplo, en
Tengo captura. Walas se luce una vez más como frontman, para mí el mejor cantante de rock de una banda nacional por estos días. Para quienes escuchamos el grupo desde Massacre Palestina, la escalada cualitativa de su voz es sumamente notoria y explota este recurso de la mejor forma. Un gran disco para disfrutar desde el original y no perder las sutilezas que mochan los formatos comprimidos.