Sinfín de peculiaridades

Para cuando estaría sorprendiendo en la peculiaridad de la circunstancia especial del motivo que convoca la trayectoria mencionada, nada nos parece más conspícuo que la consecuencia banal y próspera del asunto que nos compete. Hubo, sin embargo, gran simpatía estéril y simbiótica solemne y grisácea trunca sinsentido de saciedad compulsiva semántica y, a la vez, cursi y temática. La perspectiva, entonces, llegará en un momento vislumbrado en sí mismo, correctamente predispuesto al desastre matutino y comercialmente conocido como "marásmo".
Supo ser una vez, cualquiera de las travesías concurrentes en un punto suspensivo en la mitad del núcleo correcto e inherente a la invalidez exacta del paramecio trapezoidal y precámbico de la velocidad unánime y, conforme al campo yermo, tiramisú.
La verdad numérica del mecánico detentado en el manifiesto simple, cuál bandurria leve y grácil que levantará el vuelo, es, por lo tanto, cósmico y pendular, tal vez como la mañana.
Simplemente el aéreo se ve compensado en el etéreo sacro y sublime seco estertór mortuortio y definitivamente morado, como vos.
La cosmogonía sistólica del diafragma seleccionado en el par perfecto de la fotometría indicada ortogonal y supersónica tristemente supeditada al velocirraptor enchapado de la, si se puede llamar así, cúspide esférica disrruptiva y singular uniformemente desoxidante de sabor membrillo.
Listo a esperar en sagrado secreto humilde y sustentable, se ven los pingos.
Aleluya.