
Cuando tenía diecisiete años fui a un recital de Porchetto con un pin de Yes. Alguien me dijo:
venis a Porchetto con ese prendedor, por qué? Porque me gustan los recitales, y a ellos no creo que los vea nunca. Ya lo comenté antes: Mendoza en los 80s era para que uno viera a los que llegaran.
Habíamos vivido dos años antes la muestra de una etapa medio baja de la banda con su album Drama, sin Jon Anderson, y los dorados años de Close to the edge o Fragile quedaban lejísimos, así que no había esperanza de verlos ni en su esplendor ni en su bajón. Y era triste para mí, en la adolescencia, resignarme a que las mejores bandas que escuchaba o estaban en franca decadencia o habían buscado, por una cosa u otra, el camino de la separación. Por mi edad casi te diria que llegué tarde a Yes, o eso sentía. Con quince años escuché por primera vez los cuatro temas de banda que aparecían en Fragile, escuchándolos sentados en la vereda con el grabador mono puesto en la ventana del living del Negro Adriazola. Al mismo tiempo descubría a Roger Dean estampando sus mágicos dibujos en las tapas de Yesterdays, Close...o Topographics Oceans. Yes era la banda que me cerraba por todos lados! su música, la batería de Bruford, las tapas de los discos, el bajo de Squire, su logo...en fin, todo. No fue hasta la aparición de Rush que no había para mí otra banda como esa, exceptuando, por supuesto a Zeppelin, pero eso era otra cosa. Así pasó el tiempo y en la época de las reediciones en CD me propuse tratar de recopilar toda su discografía, al tiempo que trataba de digerir sus nuevos sonidos, manifiestos en 90125 y Big Generator. Una vez que tuve mi set de Yes, Time and a word, Yes Album, Close to the edge, Fragile, Tales from topographics oceans, Relayer y Tormato no necesitaba más nada. Por un lado me resignaba a no conseguir Yessongs y Yesterdays y por otro no me interesaba lo más nuevo, simplemente no contaba. Y en eso me encerré. Pasó el tiempo, escuché otra música, y ellos siempre estaban, con
Roundabout o
And you and I siempre resonando en mi cabeza. Hace unos meses ví un dvd de un concierto del 2004, acústico, para la tele, que me impactó. Allí estaban, con un set mínimo, sonando como siempre. Y me dije, que bueno sería verlos, porque no se ha perdido nada. Este último sábado tuve el gusto de poder ver a Yes, con tres de sus miembros fundamentales. Decir que me emocioné es poco, creí que todos quienes estábamos ahí estaríamos igual, pero, la gente con plata aburrida copa los lugares, ya lo avisé antes con lo del MTB. Y son tan boludos que siempre dan la señal...no fue la excepción acá...se delataron solos cuando sonó
Owner of a lonely heart...estallaron como diciendo
esto es lo que veníamos a escuchar, no tanta guitarrita, eh...Bueno, es sabido que boludos hay en todos lados y algunos hasta escriben críticas en los medios.
Más allá de eso disfruté el que creo, es el recital de mi vida. Nunca será lo mismo, no pude ver a Rush y no lo comparo, pero que es un parche en el corazón rocker, no quepan dudas.