Rubén Basoalto

El pasado 3 de noviembre falleció Rubén Basoalto, baterista de Vox Dei.
La crónica de su fallecimiento y un pequeño resumen de su carrera según Clarín:
El baterista fundador del grupo de rock Vox Dei, Rubén Basoalto, conocido como "El Pulpo", murió esta mañana a los 63 años en el Hospital Argerich, donde estaba internado desde hace tres semanas afectado por un cáncer.
Allegados al grupo informaron a la agencia Télam que el músico murió a las 9.30 y que el velatorio se realizará hoy en Quilmes, mientras que sus restos serán inhumados mañana.
Nacido en Quilmes el 9 de julio de 1947, Basoalto fundó junto a Willy Quiroga y Ricardo Soulé la banda argentina de rock Vox Dei, con la que grabó 17 álbumes, entre ellos el mítico "La Biblia".
Durante un alto de la banda entre 1982 y 1985, el baterista formó el grupo "Rompeases" junto a Raúl Fernández en la guitarra y Enrique "Avellaneda" Díaz en bajo y voces, aunque luego tocaría en paralelo con Quiroga en el Willy Quiroga Trío.
El baterista integró hasta el final Vox Dei, banda que cumplió 43 años en septiembre. Fue el grupo argentino más longevo y el único que se mantuvo unido, salvo pequeños lapsos de tiempo, desde el comienzo del movimiento denominado rock argentino en la década del 60.

En 1981 Vox Dei inicia una gira por el país a modo de despedida, esos cierres de etapa que a veces suelen tener los grupos, generalmente para que cada integrante trabaje en lo suyo o pruebe nuevos rumbos musicales. La cuestión es que esa gira los trajo a Mendoza y tuve ocasión de verlos. Tocaron en Andes Talleres en un concierto que duró más de dos horas por donde revisaron gran parte de su repertorio, incluídos clásicos de su extraordinario albúm La Biblia. Atesoro ese concierto donde pude ver a uno de los pilares del hardrock argento al que yo admiraba muchísimo en esos días. Basoalto para mí fue un tipo al que seguía por su forma de tocar, como a otros grandes de nuestro rock como Javier Martínez o Moro. Me pasaba horas tratando de sacar un solito que aparecia en Cuero Caliente. Por eso, como leí por ahí, tal vez la mejor manera de recordarlo sea viéndolo tocar.