La etapa 17 del Tour, Bourg-Saint-Maurice - Le Grand-Bornand, de 169.5 km, con cuatro cimas en su recorrido, demostró, a mi entender, de que Contador tiene todas las condiciones físicas para ganar, y lo demuestra su primer puesto en la general, pero que tiene poca cabeza para liderar una carrera como esta. La prueba está que hoy, teniendo la posibilidad de estirar su diferencia y contando con un compañero de equipo para no hacer el trabajo solo, en una demostración inútil de superioridad, descolgó a Kloden, que lo venía acompañando para hacer la tarea de remate de la etapa entre los dos y así consolidar el liderato de Contador por un lado y del segundo puesto de Kolden por el otro. Pero no, el tipo arrancó solo y cuando quiso darse cuenta debió seguir el tren de los hermanos Schleck para no perder tiempo en la general, haciéndoles el juego casi sin querer, regalándole la etapa a Frank Schleck y aupándolos en la general a los dos, desplazando a Kloden al quinto puesto, detrás de Armstrong, a 4m 44s. Es destacable el trabajo de Andreas Kloden como gregario de lujo, es impresionante verlo pedalear en pleno ascenso, tirando de Contador, sin mostrar un gramo de esfuerzo, con una comodidad tremenda. Hay que recordar que las gestas de Jan Ullrich en su paso por el Telekom y el T-Mobile siempre estuvieron acompañadas del esfuerzo de un jovencísimo Kloden, al punto de renunciar a la medalla de oro en las olimpiadas de Sydney 2000 para que su jefe gane, quedando él con el bronce y el kazajo Vinokurov (también del Telekom) con la plata. Por otro lado, Armstrong reaccionó un poco tarde, se despegó del grupo perseguidor que habia perdido casi tres minutos y alcanzó a Kloden a mitad de distancia y siguieron juntos hasta llegar a la meta, bastante bien para un tipo de casi 38 años y cuatro sin competir a ese nivel. Igualmente no creo que vaya por más, ya que la diferencia es de casi cuatro minutos con la punta, y sólo queda una contrareloj y la etapa del Mount Ventoux para descontar tiempo. (foto: Graham Watson)
