Se cumplen 20 años de la edición de "Appetite for destruction" de los Guns. Más allá de todo, si te gusta el rock, es un gran disco de rocanrol caliente, guitarras podridas y una polenta como muchos rockeritos del 2000 ansían y no les dá. Controversiales, amados u odiados, pero innegablemente rockeros en sonido y actitud, desde su primer disquito mostraron una cara parecida al metal de la costa oeste de USA, pero, insisto, con una polenta inusitada comparándola con el resto de las bandas que compartían la tendencia. A mí me parece que nadie hoy te agarra un cd de Warrant o de Slayer y se pone headbanger frente al equipo...pero cuando escuchás a Slash en el comienzo de Sweet child o´mine, sabés que se viene un rockazo. Palabras aparte, no se pierdan la nota en la Rolling Stone de este mes sobre los "early years". En fin, no pretendo convencer a nadie. En el noventa, yo tampoco los podía escuchar, es más los odiaba...pero maduré y ahora no faltan en mi IPod. Sueltate rocanrol, poneme Welcome to the jungle y vamo´a bailar!
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