Si uno se pone a repasar las películas que ha visto en las mismas siempre encontrás malos: si querés hasta en las musicales está ese bailarín envidioso que encima es el más talentoso que le hace la vida imposible al nuevito, pero que al final atina y se hacen amigos para siempre, incluso le dona un riñon si te descuidas...pero bueno, no es el punto. El caso es que estábamos con los malos: quién no puede establecer un ranking de malos de pelis! No se podrían obviar a Darth Vader, a Annibal Lecter o a Norman Bates. Entonces, sentadas las bases de mi tesis rompo toda objetividad y presento mi lista hecha enteramente caprichosa:
El primero para mi es, sin duda, Brick Top (Alan Ford) traducido como El ladrillo, el dueño de la casa de apuestas y de las peleas clandestinas de Snatch (Guy Ritchie, 2000). Su explicación de como hacer desaparecer a un cuerpo mediante cerdos es increíblemente convincente y sobrecogedora al mismo tiempo. Es malo por donde lo mires, manda a matar a la madre del gitano y a la vez hace callar a su matón más fiel siempre humillandolo, con altura: "que pensás Erroll?" y cuando le contesta: "que te dije acerca de pensar?". Lo máximo.
Mi lista continúa con Alex (Malcom McDowell), de A Clockwork Orange (Stanley Kubrick, 1971). La facilidad con la que pasa de adolescente salvaje y maligno a niño desvalido es tremenda. Imperdible cuando imagina las lecturas de la Biblia.
Si hablamos de malos en las películas de Kubrick no podemos dejar de lado al Sargento Hartmann (Lee Ermey), el drill instructor de Full Metal Jacket (Stanley Kubrick, 1987). Hace una perorata sobre asesinos célebres de Estados Unidos y termina diciendo: "eso es lo que puede hacer un marine y su rifle motivado". O para hablar de la navidad dice: "los marines y Dios juegan en el mismo equipo: los marines se encargan de tener el cielo lleno de almas" Un malo realmente creíble.
Marsellus Wallace (Ving Rhames). El esposo de Mia Wallace, te suena? El jefe de Vincet Vega, el que arregla la pelea para que caigas en el cuarto round. El negro de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) que intentando matar a Bruce Willis cae prisionero de unos perversitos que intentan abusar de él...el de la bolita roja en la boca, te acordás? "Tendré una conversación muy larga con el señor violador-deseo-morir-pronto-y-no-seguir-sufriendo-tanto, traeré dos negros fuma-crack con pinzas y sopletes, sacaré lo medieval contigo"
Pobre el policía que se traen de rehén los frustrados ladrones de bancos en Reservoir Dogs! (Quentin Tarantino, 1992) Venir a caer en manos de Mr. Blonde, aka Vic Vega (Michael Madsen) que al ritmo de una cancioncita en la radio le corta la oreja! eso es ser muy malo!
Para ser justo con las mujeres, también hay malas, más malas que las de las novelas. Por ejemplo Annie Wilkes (Kathy Bates), la enfermera bipolar del sufrido escritor Paul Sheldon (James Caan) en Misery (Rob Reiner, 1990) "sabés lo que hacían con los esclavos negros para que no escapen?" Si no te corre un escalosfrío en la planta de los pies es porque no la viste.
Para ser una mujer mala de verdad hay que ser más mala que otras, mala entre las malas. Es el caso de Beatrix Kiddo (Uma Thurman), la novia de la saga de Kill Bill (Quentin Tarantino,2003 y 2004) Una mala que se venga de las otras malas es para quererla, no? si no te simpatiza también las tenés a Elle Driver (Daryl Hannah), Vernita Green (Vivica Fox) o O Re Ishii (Lucy Liu), sin contar de los malos Bill (David Carradine) o Budd (Michael Madsen)
Y la parejita? entrañable dúo de malos hicieron Mickey (Woody Harrelson) y Mallory (Juliette Lewis) Knox, en Natural Born Killers (Oliver Stone, 1994) Otros malos entre malos, porque no hay que olvidarse del detective que los persigue, Jack Scagnetti (Tom Sizemore), el director de la carcel Dwight McClusky (Tommy Lee Jones) o el periodista sin escrúpulos Wayne Gale (Robert Downey Jr.)
Hacer de malo entre malos es realmente difícil, por eso hay que esmerarse tanto como lo hace Tommi de Vito (Joe Pesci) en GoodFellas (Martin Scorsese, 1990)para destacar por sobre James Jimmy Conway (Robert DeNiro) o Henry Hill (Ray Liotta), aunque para los vecinos ellos eran todos buenos muchachos.
En fin, la lista es interminable. Recordás uno y te aparecen cuatro más, está lleno de malos! Indudablemente son los más atractivos y mejor pagados.
miércoles, 30 de junio de 2010
martes, 29 de junio de 2010
Len Zefflin?
La escasez de buena música en estos tiempos hace que haya una compulsión por rescatar de alguna manera la explosión creativa que fue la decada del setenta. Reuniones, homenajes, reversiones, pistas descartadas incluidas ahora en discos aniversario y un largo etcétera que sólo conocen los productores de la industria de la música hasta donde podría llegar. Entre todo eso aparecen curiosidades como esta que leí en el site de Rock&Pop:
Los fanáticos del rock pueden estar contentos, se encontró el audio más viejo de Zeppelin. Se trata de una grabación en vivo hecha por la banda allá por diciembre del ’68, antes de la salida de su primer álbum Led Zeppelin en 1969.
El 30 de diciembre de 1968 Zeppelin se presentó junto al grupo de rock psicodélico Vanilla Fudge en el gimnasio de la Universidad de Gonzaga en Washington. De los temas que tocaron sólo dos iban a ser parte del primer disco, Dazed and Confused y I Can´t Quit You Baby. La banda era tan desconocida por entonces que los anuncios promocionando el concierto en los diarios de la zona decía, “Concert West presenta: The Vanilla Fudge con Len Zefflin.” ¿Quién iba a pensar que 40 años después seguiríamos hablando de ese nombre mal escrito?
Según la página web themetalden.com, los historiadores consideran esta grabación como el nacimiento del heavy metal. No sabemos si esto será cierto o no, lo que es seguro es que las grabaciones de Zeppelin del 68 son un gran material de colección para cualquier amante de la música.
miércoles, 23 de junio de 2010
FOO YYZ
Te gusta Rush? yo dije que sí...y te gustan los Foo Fighters?, claro, dije, soy fanático de los Foo...y entonces, que te parece si parte de Rush apareciera tocando un clásico con parte de los Foo?...si, te caes de culo...Bueno, esto es lo que les pasó a unos canadienses que, durante un concierto de Foo Fighters en Toronto, el 22 de marzo de 2008, en medio de un sólo de batería aparecieron por un costadito Alex Lifeson y Geddy Lee portando sus instrumentos y sin mediar presentación arrancan los tres con YYZ. Cabe aclarar que Taylor Hawkins saca golpe por golpe la batería de YYZ, revelando su profunda admiración hacia los canadienses. Otro tributo más al rock de siempre a cargo de los Foo...y van...(agradecimiento a Tato por la apertura musical de ojos durante un triste México-Francia)
martes, 15 de junio de 2010
Ciudad de pobres corazones
Creo que solamente los artistas pueden canalizar los sentimientos como nadie, y encauzar aquellos de los más oscuros en un producto que termine brillando. El dolor, el engaño, la traición, la pérdida, la estafa, la muerte, el padecimiento, incluso algo tan concreto como el dolor físico (y si no miren la obra de Frida Kahlo)casi siempre es materia prima para el bien en manos de los alquimistas del arte. Desconfío de los sanadores, de los que escriben libros de autoayuda, de los que inventan cursos para recuperar el espíritu pero que si no tenés plata para ese curso no tenés derecho al método humanista de salvación. Sólo creo en los artistas (los de verdad, no los que bailan en la tele, eh)
De ahí que el album que más me gusta de Fito Páez sea Ciudad de pobres corazones (1987). Inspirado en tal vez el capítulo más trágico de su historia personal, rodeado de tortuosos detalles de violencia, Fito huye, se autoexilia y retorna con este disco bajo el brazo: contundente por donde se lo escuche, potente, crudo, filoso aún en los temas más melódicos. Para los más cautos y detallistas a la hora de la escucha, es un album conceptual con su centro en la sangrante herida del rosarino, que con esa misma motivación cualquiera se transformaría en asesino furioso verdugo en busca de la justicia por las propias manos. La crítica sólo lo recuerda por esto: el trágico marco que sirve para hablar del album más oscuro de Páez. Pero a no olvidarse de la genialidad musical que hay manifiesta en él, eso también es evidente y eso lo convierte en maravilloso.
Ficha técnica:
Lista de canciones
1.Pompa bye bye (1:23)
2.De mil novecientos veinte (3:27)
3.A las piedras de Belén (3:37)
4.Fuga en Tabú (5:39)
5.Gente sin swing (4:11)
6.Nada más preciado (4:18)
7.Ciudad de pobres corazones (5:30)
8.Ámbar violeta (2:24)
9.Bailando hasta que se vaya la noche (4:11)
10.Dando vueltas en el aire (4:24)
11.Track track (4:57)
Músicos
Fito Páez: teclados, guitarras, voz y arreglos
Fabián Gallardo: guitarras eléctricas, voz, secuenciador, programación del DDD1 Korg, y arreglos.
Fabián González: teclados, midi patcher y arreglos
Fabián Llonch: bajos y arreglos
Daniel Wirzt (1959-2008): batería y arreglos
[editar] Músicos invitados
Andrés Calamaro: coros en De 1920, Nada más preciado y Bailando
Fabiana Cantilo: coro en De 1920, Nada más preciado y Bailando hasta que se vaya la noche, voz solista en Nada más preciado
Gabriel Carámbula: guitarra solista en Dando vueltas en el aire
Osvaldo Fattoruso: percusión en De 1920, A las piedras de Belén, Nada más preciado, Bailando y Dando vueltas en el aire
Pablo Rodríguez: saxo en Fuga en Tabú, Bailando y Dando vueltas en el aire
Viudas e hijas de Roque Enroll: coros en Track track
Datos técnicos
Técnicos de grabación y mezcla: Mario Breuer y Mariano López
Producción de estudio: Fito Páez y Tweety González
Fotografía: Eduardo Martí
Arte de tapa: Sergio Pérez Fernández
Asistentes de grabación: Alejandro Avalis y Lucho Garutti
Manager: Fernando Moya
jueves, 10 de junio de 2010
Dime que cine viste de chico y te diré quién eres
Quién no tiene una/s película/s que no se va a olvidar nunca por haberla visto de adolescente? No es una cuestión de memoria, es una cuestión de rastro genético casi te diría...Algunas de las que me acuerdo y porque me acuerdo de ellas, a continuación:
La anteriormente mencionada Skateboard (George Gage, 1978, USA) Recién había llegado a Mendoza, era un paria en busca de un rumbo. Lo encontré viendo esta peli, una verdadera epifanía, sobre todo para alguien a quien no le gusta el fútbol, deporte integrador si los hay...No me bajé de la tabla con ruedas hasta que el rock y la edad me pesaran lo suficiente.
En mi afán por empezar una vida social digna, en un lugar en donde no conocía a nadie, invité al hijo de un amigo de mis tíos al cine... nunca apareció. Pero entré a ver la peli sólo, una costumbre que atesoraría más adelante, de más grande y que por ahí extraño, porque es raro ir al cine sólo en estos días. Le película de ese momento fue: Close encounters of the third kind (Steven Spielberg, 1977, USA)
A no reirse: el cine fue refugio para las rateadas cuando cursaba el tercer año de la secundaria. La película era accesoria, veíamos cualquiera. Pero algunas veces la rata era especialmente para ver una película determinada. El caso de Adios cigüeña adios (Manuel Summers, España, 1973) apunta a eso: nos hicimos la rata para ver esta. Porque? ni idea, tal vez porque era una historia adolescente que de alguna manera nos identificaba: primeros amores, la camaradería sin concesiones de la adolescencia, que se yo...Cabe decir que era el cine al que teníamos acceso durante la dictadura (pelicula española con casi diez años de estrenada!) y además tuvo una secuela El niño es nuestro, la cual fuimos a ver, por supuesto!
Ver cine en esos días implicaba sortear algunos obstáculos, como por ejemplo las prohibiciones: eran o prohibidas para menores de 14 o para menores de 18. Y las que queríamos ver eran las de 18. Gracias a que vivimos en este país, poníamos la cara más grande que teníamos, nos parabamos derecho y con soltura sacábamos la entrada. Si todo esto servía y no te pedían los documentos, entrabas a ver, por ejemplo Mad Max (Geroge Miller, Australia, 1979) y su secuela inmediata Mad Max II (George Miller, Australia, 1981) o el combo de ambas, ya
que en esa época te pasaban dos pelis juntas.
Ahora bien, dicha prohibición funcionaba más bien de forma caprichosa, o vaya a saber con que criterio, ya que, con tiernos quince fuí a ver Alien (Ridley Scott, 1979, UK) o Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1980, USA) De más esta decir que son dos pelis que atesoro en mi recuerdo cinéfilo desde siempre.
El rock también tuvo su lugarcito en el cine, a pesar de que no había mucho que llegara a Mendoza de los ochentas, pero si vimos con mas expectativas que otra cosa Kiss contra los fantasmas (??, 1981) los Kiss salvan un parque de diversiones de las manos de un cientifico loco, el Dr. Devereaux, que esgrime unos cyborgs replica de ellos mismos!, con un final agregado de los clips de Shout it out loud y Sure know something. También tuvimos Stones con Let´s spend the night togheter (Hal Ashby, 1983, USA) y por supuesto The Wall (Alan Parker, 1982, UK) la que ya conocíamos musicalmente por el disco homónimo. Ir a verla fue como ir a un recital: sacamos la entrada antes e hicimos cola en la puerta del cine durante varias horas, cercados por la policia, obviamente, o sea: todo el formato concierto para ver una película. La ví siete veces seguidas! y pensar que me preguntaba porque Lu fue a ver Avatar cuatro veces...
También vimos BARock (Héctor Olivera, 1983, Argentina) que la pasaron junto con Rock hasta que se ponga el sol (Aníbal Uset, 1973, Argentina). Ambas documentaban festivales de rock nacional pero en dos épocas completamente distintas: los setentas en democracia y los ochentas en dictadura pero con una inminente salida democrática, que momento, no?
Cine nacional aparte, la mención obligada para pelis como Los chicos de la guerra (Bebe Kamin, 1984, Argentina) o las peliculas del nuevo cine argentino, que rayaban con la realidad violenta de esos días, una de ejemplo fue No habrá mas penas ni olvido (Héctor Olivera, 1983, Argentina) y que marcaban el contraste de las pelis del stablishment militar como Expertos en Pinchazos, Rambito y Rambón o las de Palito Ortega.
Comentarios y sugerencias serán incluídas en próximas entradas, lo prometo.
La anteriormente mencionada Skateboard (George Gage, 1978, USA) Recién había llegado a Mendoza, era un paria en busca de un rumbo. Lo encontré viendo esta peli, una verdadera epifanía, sobre todo para alguien a quien no le gusta el fútbol, deporte integrador si los hay...No me bajé de la tabla con ruedas hasta que el rock y la edad me pesaran lo suficiente.
En mi afán por empezar una vida social digna, en un lugar en donde no conocía a nadie, invité al hijo de un amigo de mis tíos al cine... nunca apareció. Pero entré a ver la peli sólo, una costumbre que atesoraría más adelante, de más grande y que por ahí extraño, porque es raro ir al cine sólo en estos días. Le película de ese momento fue: Close encounters of the third kind (Steven Spielberg, 1977, USA)
A no reirse: el cine fue refugio para las rateadas cuando cursaba el tercer año de la secundaria. La película era accesoria, veíamos cualquiera. Pero algunas veces la rata era especialmente para ver una película determinada. El caso de Adios cigüeña adios (Manuel Summers, España, 1973) apunta a eso: nos hicimos la rata para ver esta. Porque? ni idea, tal vez porque era una historia adolescente que de alguna manera nos identificaba: primeros amores, la camaradería sin concesiones de la adolescencia, que se yo...Cabe decir que era el cine al que teníamos acceso durante la dictadura (pelicula española con casi diez años de estrenada!) y además tuvo una secuela El niño es nuestro, la cual fuimos a ver, por supuesto!
Ver cine en esos días implicaba sortear algunos obstáculos, como por ejemplo las prohibiciones: eran o prohibidas para menores de 14 o para menores de 18. Y las que queríamos ver eran las de 18. Gracias a que vivimos en este país, poníamos la cara más grande que teníamos, nos parabamos derecho y con soltura sacábamos la entrada. Si todo esto servía y no te pedían los documentos, entrabas a ver, por ejemplo Mad Max (Geroge Miller, Australia, 1979) y su secuela inmediata Mad Max II (George Miller, Australia, 1981) o el combo de ambas, ya
que en esa época te pasaban dos pelis juntas.
Ahora bien, dicha prohibición funcionaba más bien de forma caprichosa, o vaya a saber con que criterio, ya que, con tiernos quince fuí a ver Alien (Ridley Scott, 1979, UK) o Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1980, USA) De más esta decir que son dos pelis que atesoro en mi recuerdo cinéfilo desde siempre.
El rock también tuvo su lugarcito en el cine, a pesar de que no había mucho que llegara a Mendoza de los ochentas, pero si vimos con mas expectativas que otra cosa Kiss contra los fantasmas (??, 1981) los Kiss salvan un parque de diversiones de las manos de un cientifico loco, el Dr. Devereaux, que esgrime unos cyborgs replica de ellos mismos!, con un final agregado de los clips de Shout it out loud y Sure know something. También tuvimos Stones con Let´s spend the night togheter (Hal Ashby, 1983, USA) y por supuesto The Wall (Alan Parker, 1982, UK) la que ya conocíamos musicalmente por el disco homónimo. Ir a verla fue como ir a un recital: sacamos la entrada antes e hicimos cola en la puerta del cine durante varias horas, cercados por la policia, obviamente, o sea: todo el formato concierto para ver una película. La ví siete veces seguidas! y pensar que me preguntaba porque Lu fue a ver Avatar cuatro veces...
También vimos BARock (Héctor Olivera, 1983, Argentina) que la pasaron junto con Rock hasta que se ponga el sol (Aníbal Uset, 1973, Argentina). Ambas documentaban festivales de rock nacional pero en dos épocas completamente distintas: los setentas en democracia y los ochentas en dictadura pero con una inminente salida democrática, que momento, no?
Cine nacional aparte, la mención obligada para pelis como Los chicos de la guerra (Bebe Kamin, 1984, Argentina) o las peliculas del nuevo cine argentino, que rayaban con la realidad violenta de esos días, una de ejemplo fue No habrá mas penas ni olvido (Héctor Olivera, 1983, Argentina) y que marcaban el contraste de las pelis del stablishment militar como Expertos en Pinchazos, Rambito y Rambón o las de Palito Ortega.
Comentarios y sugerencias serán incluídas en próximas entradas, lo prometo.
viernes, 4 de junio de 2010
Vapor Trails
Nunca dejé este amor de adolescente. Nunca perdí la sensación de deslubramineto de la primera vez. Nunca me privé de la fascinación de lo que me provocan tal encadenamiento de notas. Nunca renegué de sus cambios y adaptaciones a los tiempos que siguen...por el contrario. Ayer lo terminé de confirmar: me siguen haciendo vibrar con lo mismo pero con lo nuevo...y ahí está la magia. Ayer mi amigo Tato me hizo escuchar un tema del nuevo album de los canadienses Rush. Hoy salí a buscar algo de lo poco que me falta de ellos. Llegó Vapor Trails. Confirma mis sospechas, aún cuando (advertencia de Tato mediante) no me convenza del todo la mezcla, que siempre fue tan cristalina. No se puede dudar de su calidad compositiva, original por donde se la mire. Caiga como sea sabés que son ellos. Me siguen emocionando, como cuando escuché Xanadú o Tom Saywer por primera vez. Tendremos la fortuna de verlos..?
jueves, 3 de junio de 2010
La flaca skater
11 años y un día, no llegué a escribirte antes. Vos sabés: inglés, el micro, etc. Pero siempre hay un tiempito para nosotros, entre Justin Bieber y las ecuaciones, para ensayar esa parada sobre el skate o bajar el cordón con la bici. Sabés que siempre tendremos ese tiempo para cualquier cosa juntos. Lo sabés? nunca lo dudes. Te amo.
martes, 1 de junio de 2010
The kids are alright
Parafraseando a los Who...DataX en Leyenda, domingo 30 de mayo. Los chicos están bien!
Giro 2010: epílogo
Ivan Basso gana por segunda vez el Giro de Italia. A sólo dos etapas del final, en la subida al Mortirolo, el viernes, logró arrebatarle la maglia rosa a David Arroyo, quien era lider hasta el momento, que por más que hizo un descenso escalofriante no logró recortar suficiente el tiempo y en la llegada de la etapa caía tres minutos abajo, dejando a Basso en primer lugar a 51 segundos de su seguidor. Mantuvo la diferencia las dos estapas restantes y así se coronó lider el día domingo, después de la última etapa, crono individual. Así que ojo con este para el Tour, eh! (foto: Graham Watson)
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