Bienvenido!

Hoy quiero darle la bienvenida al fantástico mundo del bloguniverso a mi amigo Néstor, con la gran misión de transmitir y difundir una pasión que compartimos: el mountainbike. Viene buenisimo tener otro lugar más para compartir para todos aquellos que nos gusta el mundillo de la bici y todo lo que ello implica. Chapeau entonces!

Algunas razones sobre porque prefiero el rock de hace unos años...

Y no el de ahora.
1) No hablo de un principio, no hablo de los 60s, en los dorados 80s no teníamos tantas clasificaciones para un mismo género (el rock), no existía rock barrial, rock chabón o lo que puta fuera. Escuchábamos, te diría, lo que venga, porque todo tenía algo rescatable. Salvo raras excepciones, como querer enchufarte a un Roque Narvaja en algún costado del reluciente nuevo rock argentino post Malvinas, no pasaba de tener que bancarte a Sandra y Celeste. Las bandas livianas de aquellos días, como Zas, Sueter, Los Helicópteros, o los mismísimos Virus eran 100% mejores que cualquier banda del llamado rock barrial, plagada de malos cantantes y lírica fumona.
2) En cuanto al rock internacional, nunca escuche un remix de un tema de Zeppelin, o una versión en español para el mercado latino de Smoke on the Water...dejame de joder! A ver si a Sid Vicious lo iban a convencer de ceder derechos para hacer Bossa and Pistols.
3) Si bien nunca me llenó del todo, el reggae era Marley, Tosh y casi te diría Eddie Grant, pero no una pila de jamaiquinos "reggaizando" cuanto tema clásico de rock de los setenta se les cruce por el camino, un poco de criterio che!
4) A Pete Townshed nunca se le iba a ocurrir hacer un reality para elegir sucesor de Keith Moon, Los Zeppelin se disolvieron después de la muerte del Bonzo y nunca más tocaron como LZ. Los de INXS son lo menos, pobre Michael, se debe estar revolviendo en su tumba!
5) Me decian "como escuchás ese tarrerío infernal" cuando escuchaba Kiss...y me lo decía gente de mi misma edad (que escuchaban Pastoral, obviamente). Habrán escuchado, por casualidad, a Slipknot?

Emocionantisimo...

Acabo de ver esto en el blog de Mario y sus amiguitos y me pareció tremendo. Me llegó hasta la emoción, muy bueno, muy muy bueno.

Segun pasan los años

Caso N* 4835: Alberto "Tato" Maturano. Personaje de la fauna artistica local, se lo puede sorprender en actitudes tan disímiles como escuchando alguna grabación rara pirateada por la red de su grupo favorito (léase Rush) mirando el techo, o gritanto desaforadamente un gol en la cancha de la Lepra. Sus hábitos nocturnos se aprecian cuando lo encontramos departiendo una mesa de algún reducto urbano, tras una muralla de botellas de cerveza y papas "Rufino" enfrascado en eternas cavilaciones junto a un puñado de especímenes de similares características. De poco hablar, tiene la precisión y agudeza que denota una sentencia en cada palabra. Aprecia a partes iguales música y amigos, al punto de verlo frecuentando formaciones de bandas de garaje de dudosa reputación. Artista de la gráfica, gran bajista y mejor compañero de truco, cualidades indelebles a la que no le han hecho mella el pasar de los años. En esta dificil profesión de catalogar personajes de equívocos hábitos, podemos aseverar con firmeza que cualquiera de sus pares lo aprecian a tal punto de dejarse robar el último trago de Andes Porter antes de dejarlo sin una silla en la mesa de los eternos jueves. Hoy destacamos su aguante cuando se cumplen 42 años del inicio de sus correrías. Vaya a él nuestro merecido reconocimiento.
Feliz cumple Tatín!

Dos de mis preferidos

Encontré esto en el blog de Cual Es y me pareció buenísimo. Lo comparto desde acá con uds.

La fotografia

De todos los trabajos remunerados que he tenido más allá de mi profesión, el año trabajando para la revista MM de fotógrafo fue muy gratificante. A pesar de que siempre agradecí tener que trabajar en un lugar cerrado y alejado de la intemperie al estar en diseño gráfico, en esa época nunca me importó estar en condiciones de viento, lluvia, frío intenso o calor abrasador, con tierra, arena o barro, metido en el medio de un río o en un lodazal pestilente para enganchar una buena toma. Tampoco me importaba madrugar todos los domingos para ir a las carreras, comer apenas un choripan, o dormir durante un viaje para llegar de mañana a algun lado y, café mediante, empezar a disparar fotos. Las satisfacciones fueron superiores: ver los resultados de la espera bajo la sombra de un mísero yuyo para enganchar una buena toma de una moto bajando un cerro, o soportar el ruido infernal de una largada de TC para tener una foto del pelotón completo antes de la primera curva bastaban como recompensa por todo lo que había que sufrir previo a las tomas. Fue un buen momento, algo imperdible, que no cambiaría por nada, hubiera querido disfrutarlo un poco más o haber llegado a tener una reflex digital, pero hoy agradezco por lo menos haberlo experimentado. Dos cosas para el recuerdo: mi hermosa Nikon F4s y la alegría de mi viejo al ver que heredé algo de lo que también fue su profesión.

Volviendo

De a poco me van dando ganas de volver para este lado. Viste que vuelve Van Halen? eso me hace querer prepararme una playlist con un mix de los cds que tengo de estos chicos. La guitarrita de Eddie cumple no se cuantos años y Fender te vende una réplica a sólo U$S 30.000. Te aseguro que cuando pegue el Telekino, una de las cosas que me voy a comprar es una Fender Stratocaster, si una Strato y no una Les Paul, no es raro...? en realidad cualquiera de las dos están tremendas, pero para no abusar me compro la Strato, negra, como la de Clapton. Y a vos te regalo un Rickenbaker, por supuesto.

Todo mal...

Maltrecho, malherido, maldormido me tuve que volver más temprano de mi merecido descanso.
Malhumorado, maldiciendo, viajé todo el día pensando con lo que me iba a encontrar.
-Maldición- pensé, en el momento que llegué.
Ahí estaba la casa, maltrecha, maltratada, maliciosamente manoseada, por unos malhechores malditos que tuvieron la mala leche de ensañarse con nuestras cosas.
Malnacidos, hijos de mala madre, se alzaron con su botín malhabido, a fuerza de sus malas intenciones. Mala gente.
Y nosotros, que mala pata! Maldita suerte, pensaba, mientras miraba las cosas que, de mala gana, se habían quedado en el camino.
Pero bueno, mal que mal, no habíamos estado en casa y nadie salió lastimado, es decir, se evitó un mal mayor. Es como que a veces no hay mal que por bien no venga, y además ya se sabe, no hay mal que dure cien años (ni cuerpo que lo resista). Sépanlo: no tomaremos esto como parte de una mala racha, ni lo sueñen los pájaros de mal agüero, ni lo pronuncien las malas lenguas.
Tarde o temprano el mal rato pasará, y no transcurrirá mucho tiempo hasta recordar esto sólo como un mal sueño.
No me malinterpreten, pero es todo lo voy a decir al respecto.
(Malísimo!)